Nuestros proyectos están conectados entre sí por nuestros valores al igual que las raíces de las sequoias están conectadas entre sí y se nutren mutuamente. Así trabajamos en nuestros proyectos:
- Filosofía slowliño: los procesos son largos y lentos. Se componen de etapas y momentos clave. Donde lo más importante es respetar los ritmos individuales de cada persona que forma parte de la comunidad de aprendizaje.
- Inspiración colectiva: nos mantenemos “inquietadas”. Disfrutamos de “minijubilaciones” o espacios de tiempo para alimentarnos con lo que han hecho otras personas en otros lugares del mundo.
- Réplica creativa: defendemos la copia creativa como método de creación de conocimiento. Si replican nuestras ideas es porque son verdaderamente buenas. Aprender es copiar y remezclar. El conocimiento solo llega a través del contacto con otros conocimientos. Solo a partir de las ideas de las otras personas somos capaces de generar ideas que nunca serán enteramente nuestras.
- Pedagogía multisensorial y sexi: utilizamos herramientas cuyo valor reside en que sean vistas, sentidas y escuchadas. Recursos capaces de encender primero las emociones para que despierten a la curiosidad y a las ganas de aprender y de conocer. Para ello nos valemos de valor incalculable de la sorpresa y el asombro. Ya dice Ortega y Gasset “sorprenderse y extrañarse es comenzar a entender”.
- Fluir: abordamos nuestro trabajo desde la prueba, la improvisación, desde las preguntas, no desde las respuestas. No hay verdades absolutas, sino tantas verdades como personas. No tenemos una varita mágica. Experimentamos, improvisamos, probamos y usamos nuestra imaginación para remezclar las metodologías que aprendemos. Porque somos conscientes que las cosas no siempre ocurren como las hemos planeado.